¡EN EL AMOR JUEGAN DOS...!
La blancura de
los nardos:
el perfume del
clavel,
y brisas de
primaveras;
compuso a nuestro querer.
En una tarde te quise
cuando el día
ya caía,
y no sentí la
repuesta;
¡porque tu boca
reía!.
¡Fue! tú, risa
esperanza
de amor y de
castidades,
que fundió a
nuestras almas,
en sentimientos
iguales.
Tu
boca es azucena
que abierta
dice ¡te quiero!
y son tus ojos
diamantes
que me miran
con anhelos.
Tu
corazón es un volcán
abierto dentro
del pecho;
y tus besos
medicina
para mi amor
maltrecho.
Autor: Pablo
Grados Tapia
De mi libro:
“SULTANA”
(Poema
protegido)