Con este
poema que hoy comparto
deseo
dejaros mis saludos, y deciros
que ya
me operaron uno de mis ojos.
Muchas
gracias por esperarme
con
vuestra amistad.
Pablo
¡LA
LUZ EN MI CARA!
Como
luciérnaga en mi cara
que
con sus garras me araña,
como
cárceles de la noche
mis
ojos sin luces, van,
Por
fin me entrego la noche
toda
la luz libertada,
que
desgarran a las brumas
de
amanecer de alboradas
Y
amaneceres de auroras
reflejan
ya noches claras,
ya
despertó, la luciérnaga
que
dormitaba en mi cara.
Hoy mi
mirada hecha luz
se
asoma desde mi cara,
para
buscar sobre el cielo
mis
dos palomas aladas.
Que
vuelven para dejarme
mañanas
de azul y blanco,
destellos
de luna nueva
que en
mi cara se quedó.
Infinitas
luces claras
me
dejaron los doctores,
sobre
mi ojo dormido
que ya
sonríe en mi cara.
Hoy
doy gracias a la ciencia
hoy
doy gracias doctora,
que me
volviste la vista…
Y
esperanza sosegada.
Autor:
Pablo Grados Tapia
(Derechos
protegidos por el autor)
MAYO
DEL (2015)