CARTA A UNA
FICTICIA HERMANA (Relato)
Querida hermana:
Hola
mi amor, siempre te he recordado como también al resto de nuestra familia,
siempre os he llevado y, os llevo en lo más profundo y cálido de mi ser, en ese
lugar que solamente caben los seres amados.
Tu
sabes muy bien, cuál fue el motivo de mi partida, por ello no he querido constatar,
sobretodo querida hermana contigo, mi niña mimada…con el paso del tiempo me di
cuenta que todo fue un mal momento yo nunca debería haber faltado el respeto a
nuestro querido abuelo, hoy es mucho lo que me pesa y sobre mi llevo la
carga…que mayor castigo que estar lejos de tus seres queridos.
Espero
en un tiempo no muy lejano, poder seguir teniéndote cerca y recordar aquellos
ya lejanos pero bellos momentos de nuestra niñez cuando solo pensábamos en
jugar…después recordar juntos aquellos tiempos de nuestros primeros amoríos,
tú, con Juan, yo con Adelaida, los mismos
para ti, fueron fructíferos y para mí, un erro que pagué muy caro.
Hermanita
siempre quise escribirte, pero no quería seguir hiriendo a mi familia menos a
ti, con mi recuerdo. Espero en breve ir a visitaros, dale muchos besos a
nuestros ancianos padres, no le digas nada de mi pronta visita, que espero sea
en muy pocas semanas, para ti te dejo todo el cariño que te debo y que fui
acumulando durante todos estos años de mi voluntario exilio, gracias hermana
por tu decisión en contactarme.
Sin
más se despide de ti este que tanto te ama, tu hermano Pablo, te mando todos
los besos que te debo y son muchos.
Siempre
seré tu querido, Pablo.
Autor:
Pablo Grados Tapia
(Derechos
de autor protegido)
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